[Lit] Firefly

El bosque ya no canta como antes, ya no aúlla, las hojas tocadas por el viento provocaban un sonido de mar que ahora ya no existe. ¿Quién se quedó con mis sueños?, ¿Quién se robó la noche?, ¿Quién fue el que sacó la gran red, la gigantesca trampa con la que exterminó a las luciérnagas?, alguien secuestró a las luciérnagas, ahora son tan pocas, y no puede ser, porque casi hace… un par de años había miles de ellas. Ahora esto es un insulto porque sólo vemos sus fúnebres restos.

Este problema me recuerda una imagen, un panfleto izquierdista, donde había un dibujo de un gran campo de flores, unas cortadas y otras bellísimas, en el cielo arriba del hermoso campo decía: “Podrán cortar todas las flores del mundo, pero nunca podrán parar la primavera”. Que hermoso este panfleto fuera del que si se comparte o no la ideología izquierdista. ¿Por qué lo relaciono con esto?, algo tiene que ver, lo sé, siento que aquellos peleaban en ese panfleto contra el mismo abstracto y poderoso enemigo contra el que ahora peleo yo. Me ha insultado, abominable personaje y malévolo ser vivo, ha secuestrado a todas mis luciérnagas.

Eran mías, eran de mi posesión porque mi ojo y mi alma poseía cada milímetro de ellas por la noche, porque en ellas yo veía vidas paralelas, porque en ellas respiraba la armonía y sembraba miradas de esperanza. El asesino que quiere parar la primavera y ha aniquilado a todas las luciérnagas tendrá que ser expuesto algún día a la corte de la naturaleza. Ojala y se le corte la red con la que las atrapa o que haya un lugar donde todas ellas se refugien y él nunca las encuentre. Que yo tampoco las encuentre para que no las vea y para que no sean mías y de nadie. Que sean libres en la noche brillando a ellas mismas como estrellas en alta mar, como delfines disparándose en la proa de un barco, como pinos en lo alto de la montaña, como un río que ríe y danza en lo más profundo de nuestro mundo, como cuando me siento a escribir y me salen cantos de Metafísica.