En un día como hoy pero de 1973, hubo un golpe de estado planeado por varios generales pero principalmente impulsado por la avaricia de Augusto Pinochet y el ego del Imperialismo. En Chile, en el mero Santiago (la capital) se presenció una de las peores acciones del ser humano jamás antes vistas. Acciones realmente antihumanas.
El ejército chileno traicionando a la nación, apoyado por el ejército estadounidense y la CIA atacó el Palacio de la Moneda donde el presidente Salvador Allende esperaba la hora de su muerte con un Ak47 en sus manos. Varios simpatizantes de Allende dentro del palacio se vieron forzados a salir ya que el enemigo empezó a atacar con gases lacrimógenos. Era superior en armas y en número desde los primeros enfrentamientos en la ciudad. Allende dio la orden a todos de irse y salvar sus vidas, pero este se quedó en su silla presidencial hasta el ultimo momento. Ahí por medio de una estación de radio fiel a la nación dio su ultimo discurso.
En sus últimos dos discursos, en el del día anterior y en el del mero 11 de Septiembre antes de morir, Allende nunca mencionó al pueblo levantarse en armas, o pelear contra el enemigo. Sino al contrario les indicó que deberían de conservar la prudencia y la calma.
Allende había sido electo por el pueblo tiempo atrás como líder de la nación, totalmente legítimo. El había ganado como cualquier otro político gana, la razón del odio de sus enemigos es que era de tendencias comunistas y marxistas. Estamos hablando de 1973 donde el ser comunista indicaba tener cierto tipo de contactos, como lo eran la Cuba y la URSS. Allende era amigo del famoso Fidel Castro, lógicamente para los poderosos del mundo Allende presidente de Chile era una amenaza que había que borrar.
A las 11.52 de la mañana del 11 de Septiembre de 1973, el Palacio de la Moneda fue bombardeado por aviones de la fuerza aérea estadounidense. Una hora antes los tanques habían también hecho de las suyas y limpiado el área. La gente de Allende inferior en número y traicionada por todos no se rindieron jamás. Allende recibió varios mensajes antes de ser invadido en el Palacio con título de ultimátum, pero nunca cedió el puesto. Y cuando quiso conversar Pinochet dijo que no.
Algunos oficiales del golpe ofrecieron a Pinochet dialogar con Allende para salvarle la vida este y exiliarlo en otro país. Pinochet respondió que si esto fuera así el tumbaría el avión en el aire al momento de verlo despegar, su ambición por matarlo era monstruosa. Lo que no sabe Pinochet es que Allende pensó que estaba de su lado inclusive en el mero 11 de Septiembre porque realmente en el día del golpe Allende lo buscó tratando de comunicarle que lo atacaban. Llegó a pensar que Pinochet estaba encarcelado por el enemigo, lo añoró de corazón en ese momento, cuando en verdad Pinochet era el enemigo.
Aún se recuerda la masacre, aún se tienen las fotos de lo sucedido en el imaginario colectivo moderno. La traición máxima y la cara del imperialismo estuvieron mostrándose de frente y sin vergüenza. No viva el Marxismo, no viva el Comunismo, ni Che, ni Cuba, ni Fidel.
Sí viva la libertad, sí viva la vida y sí cárcel a los asesinos.
“En Memoria de Chile en esos momentos de profunda tristeza y desilusión por la nación”.
