lunes, 27 de junio de 2011

[Lit] Ciudad Juárez es verde



Me dijo que de ahora en adelante todo lo que dijera a los demás debiera de ser poesía. Me bajé del carro estacionado y caminando rumbo a mi destino vi lo verde del paisaje que me rodeaba. Me acordé por un momento que antes odiaba este bosque, este verde y curiosamente ahora era mi casa, mi hogar, mi santuario y por arriba de todo era mi presente.

En cierta forma esta maleza se había convertido ya en mi Ciudad Juárez, ya que en mi mente podía observar claramente otras cosas. Atrás en los expedientes secretos del alma, habitan ya muchas memorias de calidad aquí, tantas casi como en mi ciudad natal. Cada rincón habla, cada esquina es una lengua de un idioma que solo me pertenece a mí.

Por fin la entrada, mi destino final, una mezquita, corazón de Dios. Abro el gran portón y me recibe el guardián, la salvación, me da el saludo de costumbre turbantil. Dentro de Dios, en el interior de su garganta comienzo a respirar la calma de la creación, me invade la alegría cósmica, la silaba divina. Por fin acepte que la mezquita, mi casa y el corazón de Dios eran una metáfora de los ojos de mi hija que son los lagos eternos de arte , que dan la bienvenida a nadar en ellos a aquel que tenga un espíritu libre y de igual manera ame a la vida.

Por fin me di cuenta que mi verdadero amor me quita lo rojo de mis venas, me bombea el corazón con su sonrisa y lo más precioso por arriba de todo es que me comparte su vida. Sus palabras fueron: “Llora y nunca te creas invencible, deja un espacio para la caída y pon una silla dentro de ese espacio. Para que cuando caigas te sientes en ella y después te levantes siendo un hombre diferente”.

Felix Medina Danel
Greencastle, Indiana, USA
23 de Junio del 2011

2 comentarios:

Anónimo dijo...

asi es debemos aceptar lo que tenemos y tratar de ser lo mas felices posibles con eso, ahoooooo besos ik

Anónimo dijo...

no se que pasa con los lectores , acaso ya nos gusta leer y opinar?