[Lit] Las mariposas no le tienen miedo a las máquinas

Long y Landscaping

Llevo varios meses en total ya haciendo landscaping desde que llegue a los EEUU, que es un trabajo afuera en las aéreas verdes. Dure unos meses en Indianapolis trabajando para una empresa farmacéutica con más de dieciséis edificios en el centro de dicha ciudad. Un titipuchal de jale.

Ahora lo estoy haciendo para la Universidad de DePauw aquí en donde vivo. Un día de la semana pasada pensé dentro de mi mismo, que curioso uno esta aquí afuera dándole con todo, ayudando a que el aspecto físico de dicho lugar sea cada día mejor y nunca nadie en mi vida ni aquí, ni cuando hacia esto en Indianapolis, se me ha acercado alguna vez para agradecerme o mencionarme que el lugar se ve bien.

Yo dije que curioso que nadie a veces ni siquiera te pele cuando estas jalando bajo el sol, como que te ven menos. Ahora más que nunca le tengo mucho respeto a los trabajadores de construcción y a las personas que dedican su vida para que nuestra vida sea posible.
Habrá pasado no más de una semana de estos pensamientos cuando me fui a comer con un grupo grande de estudiantes internacionales (recién llegados).

Long de Vietnam es un tipo alto, fornido, muy amable, muy bonachón y me pregunto: ¿A que te dedicas? Entonces le comente que trabajaba en las áreas verdes, le dije que mi trabajo era mantenerlas bonitas. La primer frase de Long fue preguntarme que cual era mi trabajo, y la segunda fue agradecerme. Me dijo: “Ustedes trabajan muy bien, les felicito a todos por que hacen un buen trabajo y esto se nota”.

Yo no lo podía creer lo impensable sucedió, no solo un extranjero me lo dijo sino una persona que apenas lleva no mas de una semana en EEUU y sus primeras palabras hacia mi persona es agradecerme. Cuando hay miles de millones que han pasado por las aéreas verdes de aquí y de allá, viven aquí mismo y jamás dicen nada ni si quiera hola. Ahora me pregunto yo, si también actúo así cuando veo a otros trabajar en las calles o en algún lugar público.

Veinte Dólares

Hace poco me multaron, fue multa porque disque no le había puesto dinero al parquímetro. Mentira, me estacione raro solamente. La verdad le eche ganas para cumplir con mi deber, solo que creo yo el agente de policía se confundió y me cobro el de a un lado, no el mío. Entonces bajo su punto de vista estaba yo mal y no le puse monedas, la ley es la ley. En fin que la multa era de veinte dólares. Pensé que debía acudir a la corte y expresar lo que yo siento, tengo el derecho, por que no usarlo, pensaba que esto era injusto y debía hacer algo. Pero otra parte de mi dijo no manches por míseros veinte dólares te vas a ir a pelear.

Al siguiente día, iba al trabajo en bicicleta y veo un billete en la calle. Me paro, lo recojo y veo que es de veinte dólares, solo sonreí y me lo metí en el bolsillo. Fue un día meramente de reflexión. Dios es grande…me dije a mi mismo.

Quéjate Mark

En mi jale nos traen a veces del tingo al tango, que ve y poda esto allá y en cuanto uno empieza pues le dicen que siempre no, que mejor allá hay que remover un árbol, en fin que nos traen como calzón de…

El otro día nos mandaron a cortar mucha hierba cerca a las gradas del campo de base-ball y pues al acabar las gradas quedaron llenas de pasto cortado. En cuanto íbamos a limpiar dicho pasto llegaron por nosotros porque necesitaban que fuéramos a tirar paro con un chorro de ramas que cayeron de un árbol gigantesco en medio de la calle y ahí vamos en friega.

En cuanto llegamos nos dijeron y terminando de aquí se van a acabar allá. Entonces mi compañero de trabajo “Mark” se quejó un chorro todo el tiempo mientras limpiaba ramas, decía que era muy tarde para empezar otro jale y que después íbamos a tener que meter hora extra para acabar aquel, etc.

Antes de acabar pues me puse a pensar yo, es mi trabajo si me piden que haga algo lo hago y san se acabo, así que pues ni modo si debemos de quedarnos más tiempo pues lo haremos. En fin que para no hacer el cuento largo, llegó el supervisor y por alguna razón (que involucra al cosmos) le dijo a Mark que fuera a acabar el otro jale solo. En fin que los supervisores no lo escucharon cuando se quejaba, solo yo estaba presente pero por alguna razón que desconozco solo él terminó el trabajo, y solo, ándele compa.

North Carolina

Hace poco me dieron una entrevista en North Carolina. Estaba muy emocionado para asistir a mi entrevista y pues experimentar el viaje y todo esto.
En fin que me aferré a comprar un boleto de avión. Pero de un día a otro habían subido de precio rotundamente. Después me acordé del website donde te dan paquetes baratos de avión, hotel y renta de auto (por si gustan checar: www.priceline.com).

Perfecto dije yo, pero de igual forma, no pude encontrar el paquete que yo quería, todo estaba con error en el internet y se me complico mucho el comprarlo hasta que me rendí. Pasó todo lo que nunca me había pasado en dicho website.

Después decidí irme en carro y tenía todo listo, iba a rentar uno aquí en Indiana y dejarle el mío a mi esposa, en fin una lista eterna de arreglos para que pudiera asistir a la mentada entrevista norcaroliense. Pero un día en la mañana no hace mucho… que me hablan y con la mano en la cintura me mandan a la fregada. “I am sorry Mr. Medina but the position has been filled”.

Las mariposas no le tienen miedo a las máquinas

Con el tiempo me he dado cuenta que cuando estoy usando máquinas pesadas que hacen un ruidal para ayudarme en diferentes tareas de mi trabajo las mariposas pasean a mi alrededor como si nada. Las máquinas apestan a gasolina, son mega ruidosas, destruyen todo a su paso, que es lo que pensarán las mariposas cuando vuelan cerca a estos temibles monstruos.

Mas bien, que es lo que les hace a las mariposas no temerles a las máquinas, ¿Que no las escuchan o que? Quiero pensar que ellas viven en un mundo donde existe la armonía perfecta y esto no les molesta.

Nota: La foto la tome yo aqui en la puerta de mi casa.