Hace mucho que no escribo nada, y esto es porque la verdad no he tenido tiempo. Tiempo…siempre el tiempo y es que acá como en la mayoría del resto del mundo el tiempo es “dinero”.
Tengo ya casi un mes de haber empezado un nuevo trabajo, los gringos le dicen “Landscaping” se trata básicamente de mantener en buen estado los jardines y patios de establecimientos, fraccionamientos y empresas privadas.
La razón por la que me latió la idea de meterme aquí en vez de hacer una maestría o volverme más “Matrix” fue que a corto plazo me gustaría irme con mi familia a la Eco-aldea en Durango o siquiera formar una granja donde mi nueva familia con Aliza osea mis hijos puedan vivir más sanamente. Trabajando para una empresa de Landscaping por lo menos me da una idea de cómo es trabajar con la naturaleza y me enseña un poco más acerca del manejo de las plantas, las herramientas, como mantener las areas verdes bonitas, como sembrar plantas, etc., etc.
Una navaja de dos filos: por un lado me da dinero y por el otro lado me enseña algo que me interesa. Es bueno que ambos filos sean positivos, es más diría que hay un tercer filo positivo. Como trabajo físicamente cargando cosas y haciendo todo tipo de movimiento con mi cuerpo pues me está manteniendo en forma y en verdad que es la primera vez que me siento tan saludable en mi vida, ni ganas me dan de tomar alcohol. La cerveza nunca falla…pero ya es menos que antes.
“Brickman” es el nombre de la empresa, tienen oficinas por todo el país (circa 28 estados). Según el manager de nuestra rama, la empresa tienen un ingreso anual de 700 millones USD. En fin que tienen lana para aventar. Bueno la razón de que hable de Brickman no es para alabar a una empresa Americana exitosa como las hay por montones, sino para comentar algo más interesante.
Sucede que posiblemente cerca del 90% o 95% de los trabajadores son como lo han de imaginarse ustedes…mexicanos. Resulta que la empresa va y los recluta a México…así es, todos son legales con papeles de un visado especial que se les da(claro temporal). La empresa los trae en Abril y se regresan en Octubre y así sucesivamente cada año. Para mí la experiencia ha sido una fuente de material para escribir inagotable, ya se imaginarán la clase de personajes con los cuales convivo en forma cotidiana. Desde el apodado chango-león que es un señor de 50 años que todavía se droga y toma mezcal…hasta Don Alex un ex-policía del meritito Distrito Federal; “Y muy orgulloso de serlo manito”.
Ayer Viernes 15 de Agosto fue el “Founder’s Day” (Aniversario de Brickman), en el cual la compañía renta un parque y organiza un torneo de fútbol. Ya se la saben los gringos como se las gastan los mexicanos. Así es todas las oficinas de Indianápolis (circa 4) cancelan el trabajo y se van a jugar sanamente con su familia y amigos. La mezcla es rara ya que hay los negros, los blancos y en su mayoría los mexicanos “futboleros”. Como le decía a Aliza lo que no viví en México ahora lo estoy viviendo en los Estados Unidos. Y de ahí en adelante he estado pensando lo relevante que ha sido para mi vida este tipo de experiencias. Esa clase obrera es el corazón del pueblo mexicano… “el núcleo”.
En el torneo me eligieron como portero por una decisión unánime, yo les comenté que cuando era lepe me ponía a porterear en la cuadra con los cuates y eso fue suficiente para elegirme a mí. Era yo o un gringo medio mecaton. Yo pensaba que iban a ser partiditos leves y nada que jugamos en cancha grande (oficial) y con puro cascara a favor y en contra. Realmente debo aceptar que estaba nervioso. “Ándale wey”, “Sal”, “Esas son tuyas”, “Reviéntala”, “Déjala”, “Con todo cabrón” son de las frases que recibía constantemente por parte de mis compañeros de trabajo.
Llevé mis guantes de portero, los mismos que me compró mi papa hace más de 15 años y que he llevado conmigo para todos lados. Con los que jugaba en mi amado Quintas del Lago (Ciudad Juárez) son los de la suerte y aunque se están despedazando siguen siendo mágicos, traen la buena vibra.
Ya para no hacerla larga ni de emoción acabamos invictos y victoriosos en el torneo Brickman, yo con solo un gol en contra. Así felices después nos tomamos las fotos de la victoria y el portero se dispuso a tomar unas “Modelo” con sus paisanos que también saben y sienten la amargura que da el estar lejos de casa . Sin duda todos juntos trabajamos para hacernos sentir en México. Y con quizá más espíritu que nunca nos sentimos en México porque nos forzamos a sentirlo y a vivirlo, a recrearlo de la manera más auténtica. Comprendo ahora que México no sólo está allá… sino somos nosotros los individuos también donde quiera que estemos.
Platicando con Aliza le comentaba que realmente me sorprende la situación. Recuerdo a mi amado Profesor Dr. Federico Ferro-Gay (que en paz descanse) que decía que se entristecía en recibir su sueldo porque ganaba más que un albañil o un constructor y él decía: “Yo sólo doy clases, ellos construyen edificios”.
Ahora comprendo perfectamente lo que sentía. Ahora que trabajo lado a lado con los paisanos y bajo el sol todos los días construyendo un lugar mejor para todos. Me doy cuenta lo difícil que es hacerlo…sobre todo para los que construyen los establecimientos y edificios, los merititos albañiles.
Si hay de todo pero la mayoría somos los mexicanos, sí somos nosotros los mexicanos los que les estamos construyendo el país a los americanos. ¿Por qué no podemos echarle las mismas ganas allá? ¿Qué pasa? ¿Acaso la gente del gobierno en nuestro país no se da cuenta que debe cambiar las cosas para ser mejores que nuestros vecinos? Estoy totalmente convencido que somos más trabajadores que los gringos, no hay duda, les hacemos todo…todo TODO.
De todas maneras ya no importa tanto…en cuatro años se piensa que la mayoría en los EEUU seremos los latinos… y los blancos serán otra minoría más. “Se repite la historia, las raíces indígenas vuelven a retomar lo que siempre fue suyo”.
Félix Medina
